El dramatismo que envuelve cada reunión de tamberos, desde hace mucho tiempo a esta parte, cala hondo en la crónica periodística. Es que no se trata simplemente de la información y el análisis de una rama productiva, mucho menos del detalle de una economía informal como algunos pretenden catalogarla. La lechería significa, fundamentalmente en esta tierra gringa que nos formó y nos contiene, familia, cultura, herencia, pasión. Una forma de vida, que en este caso viene soportando todo tipo de tormentas y que después de todos los sucesos de este año parece estar destinada a ser una actividad para pocos.
Dentro de este contexto tenemos entre nosotros a Alejandro Sammartino, subsecretario de Lechería de la Nación, que llegó a Rafaela para participar hoy en el INTA de un lanzamiento de Cambio Rural emparentado con el sector lácteo. Pero antes, ayer puntualmente, se sentó en la mesa de los productores, ocupando algo así como el banquillo de los acusados.
CON LA DIRIGENCIA RURAL
Sammartino, que llegó acompañado por otros funcionarios, entre ellos José Quintana y Roberto Socín, se reunió en horas de la tarde con representantes de la Sociedad Rural. Más tarde, casi entrada la noche, participó de un debate con los miembros de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (Meprolsafe) en la sede de calle Pellegrini.
Tuvimos la oportunidad de participar de dicho encuentro, donde el Secretario pudo exponer los alcances del trabajo que se lleva a cabo y los tamberos plantearon sus penurias.
Sammartino reconoció que deben afrontar diferentes escenarios para colaborar con los productores. Hay acciones dirigidas a la situación de quebranto en el que trabajaban los tamberos, otra al perjuicio provocado por los excesos hídricos del mes pasado y la última apuntando a la recuperación del sector. Teniendo en cuenta lo expuesto explicó que los estudios realizados marcan que se “necesitan U$S 150 millones para acomodar” la situación.
Luego de escuchar los primeros testimonios, casi todos acongojados y desesperados, reconoció que lo que están haciendo “no alcanza”, pero estuvo de acuerdo con los productores que no se debe apelar permanentemente a subsidios, sino que se debe reordenar la actividad.
Algunas de las quejas expresadas tuvieron que ver con la línea de créditos, fundamentalmente, y con los beneficios que AFIP debería dar por la declaración de la emergencia. En ambos casos Sammartino pidió «disculpas» ya que todos los mecanismos deberían estar aceitados.
Respecto de los créditos otorgados, la línea 517 para capital de trabajo que desde los estamentos gubernamentales debería estar activa, todos los tamberos contaron que en todas las sucursales de la zona del Banco Nación negaron su existencia o sus condiciones. Recordemos que se trata de fondos de entre $ 1 millón y $ 1,5 millón a 24 meses, con 1 año de gracia, con una tasa del 18%. El Secretario reconoció que “a veces hay un retraso entre el momento en que sale la resolución y se hace efectiva”. Tomó nota y mostró voluntad para que los gerentes zonales estén bien comunicados.
EL PRECIO, EL TEMA ETERNO
Obviamente se tocó el futuro de la lechería, los representantes gremiales dejaron en claro la necesidad de promover una “ley nacional” que permita aclarar las reglas. Esto tiene que ver con la increíble diferencia entre el precio de góndola y lo percibido por los productores, que se va estirando a medida que la inflación avanza.
En este sentido Sammartino reconoció que el principal problema es la inflación y que las grandes cadenas aprovechan estas coyunturas para ganar más de lo acostumbrado. De cualquier manera volvió a proyectar trabajos, esta vez con actores de todos los sectores, para encontrar un precio de referencia que traiga justicia a esta balanza. Lo que realmente no se puede entender es por qué se sigue hablando en los mismos términos que en enero pasado, cuando los tamberos ya habían puesto sobre el tapete la disparidad entre el valor pagado por las industrias y el precio de comercialización.
Sammartino trajo algo de tranquilidad al informar que hoy se publicará en Boletín Oficial el primer aporte compensatorio de $ 0,50, que sería efectivo en las cuentas bancarias la semana próxima y que el segundo desembolso será dentro de este mes. Sobre los aportes del Estado Sammartino explicó que el Estado tiene dificultades y tiene que “entregar plata” y a su vez “gastar lo menos posible para ajustar las cuentas”.
En el último contrapunto sobre el precio del litro Sammartino quiso hacer una aclaración: expresó que él nunca dijo que el mercado iba a “acomodar todo”. Aprovechó para decir que se necesita una intervención “constitucional” del Estado, ahora para solucionar todos los daños lo que el gobierno anterior provocó.
LA INDUSTRIA, EL
NUEVO-VIEJO PROBLEMA
El último tema abordado por la Mesa, que preocupa profundamente en toda la zona, fue la situación de SanCor. Sammartino fue concreto: “A nosotros también nos preocupa, la cooperativa ya viene con situaciones complicadas. Por supuesto nosotros no podemos dejar que sea una Cresta Roja. Entiendo que tomó estado público con el balance la situación en que está. Pero nosotros no vamos a dejarla porque es demasiado grande.”
Sobre las alternativas que se pueden manejar para apuntalarla dijo que “el desafío está en que la solución que se encuentre sea una buena noticia para la región, no cualquier cosa, como desguazarla o que venga una empresa de afuera a comprarla. Hay que encontrar soluciones que sean buenas noticias para la región”.
El Secretario aprovechó además para informar que también existen otras empresas lácteas complicadas.
Por Gonzalo Rodríguez (Redacción LA OPINION)